Éste es un tema muy buscado en la red, no sólo por aquellos/as que desean resolver los problemas de erección o eyaculación prematura, sino también aquellos que simplemente desean durar más en la cama por una cita importante o dejar impresionados/as a sus ligues.
Aquí no ofreceremos una receta mágica, pero sí aquellas que consideremos que os pueden ayudar. Tengamos en cuenta que cada persona es mundo, todo lo que aparece en esta web no asegura el 100% de efectividad ni mucho menos. Aunque por probar que no quede.
Muchos de los ejercicios, o prácticas, que iremos explicando a continuación tiene su base en el sexo tántrico, aun así no es necesario un dominio del sexo tántrico para llevarlos a cabo y que resulten, se tratan de aspectos muy sencillos.
Control de las erecciones
Para esto se necesita un control absoluto sobre el cuerpo, especialmente en la región del miembro masculino, el cual debe estar duro durante horas. Puede estar erecto durante horas sin perjudicar al portador, sin embargo se necesita mucha práctica para dominar por tanto tiempo un musculo del cuerpo sin cansarse. Todas las erecciones provienen de una estimulación cerebral previa, gracias a impulsos nerviosos producidos por la excitación de un determinado momento; pero también existen erecciones naturales, como la matinal, que sucede cuando la vejiga está llena. Por eso mismo una erección puede ser obtenida uniendo esas dos formas de erección. El miembro retiene la sangre gracias a una contracción por parte de músculos, de esta manera la erección se mantiene durante varios minutos hasta que dichos músculos se relajan y dejan fluir la sangre, dejando el pene flácido.
Es aquí donde entran los ejercicios que debemos realizar para fortalecer dichos músculos, precisamente tres: los transversos del perineo, los bulbos esponjosos y el compresor de la uretra.
Realizando ejercicios de tántra diariamente estos músculos se tonifican y fortalecen, aumentando el tiempo de erección por mucho más tiempo. Estos ejercicios se llaman “Mula Bandha”, y se pueden realizar en cualquier sitio y momento. La posición puede ser de pie, sentado, acostado, o incluso cabeza abajo. Con la práctica comenzaremos a sentir los músculos por partes separadas, aunque en el principio será como un gran bloque muscular. La zona en cuestión es el ano, presionando delicadamente podremos notar que el miembro comienza a endurecerse. Otra forma de practicar es cuando se va al baño, intentando orinar y defecar por separado, evitando hacerlo a la vez. Estos músculos regulan la uretra y dominan la eyaculación, por lo que controlarlos da ventajas únicas.
Control de la eyaculación
El control de la eyaculación es uno de los pilares fundamentales del sexo tántrico. Según las enseñanzas del Tantra, la retención del esperma no sólo permite al hombre prolongar mucho más la erección, sino también alcanzar el verdadero orgasmo, ya que el aumento del placer que se logra hace que se acceda a niveles de conciencia superiores, que la eyaculación impide. Para lograrlo, existen una serie de ejercicios destinados a controlar la eyaculación que son muy fáciles de realizar y que deben practicarse siempre que se pueda.
Una técnica sencilla es el control de la orina mientras se está expulsando. Para ello, debemos soltar un poco de orina durante uno o dos segundos y después retenerla durante el mismo periodo de tiempo, así hasta que la vejiga esté vacía. Durante la retención, debemos contraer fuerte y simultáneamente tanto el esfínter dela vejiga como el del ano, así como el músculo elevador de este último, llamado músculo pubococcígeo.
Al principio es posible que no podamos diferenciarlos, pero con el tiempo iremos notando unos y otros de forma diferenciada. También es frecuente que mientras se realiza este ejercicio sintamos un estremecimiento placentero a lo largo de la columna, lo que se explica porque los músculos de la vejiga y el ano están conectados con los del pene. Si se práctica regularmente, esta técnica facilita mucho el control de la eyaculación y sus efectos comenzarán a notarse enseguida.
Este ejercicio pone el acento en la contracción de los músculos del lingam, cuya acción puede verificarse fácilmente: al contraerlos voluntariamente durante una erección, el pene se mueve y se acerca al cuerpo. Esta contracción es útil para prolongar la erección, pero para controlar la eyaculación es necesario también distender voluntariamente los músculos cuando se acerca el punto límite.
Para ejercitarse, preferentemente durante una erección, hay que contraer al máximo los músculos del ano y los de la vejiga, como en el ejercicio anterior. A continuación hay que distenderlos, lo que hará que disminuya la tensión en el lingam y que éste se aleje un poco del cuerpo.
Este ejercicio debe repetirse varias veces, intentando prolongar cada vez más la fase de distensión. Podemos realizarlo incluso durante el acto sexual, al principio permaneciendo inmóvil y después durante los movimientos coitales. Pronto notaremos su eficacia para alejarse de la zona límite, manteniendo la erección pero sin que se produzca la eyaculación.
Esto es todo por hoy.
Esperamos que os haya gustado.
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