Este año está costando más las entrevistas, pero no por falta de candidatos, vamos a ofrecer algo diferente. Lo demostramos con la entrevista a Stefani Tarrago, y esta vez con Yuri, una joven mexicana que no tiene nada que envidiar a nadie y que sabe disfrutar perfectamente del sexo. ¿Porqué una mexicana? Porque este año van a ser entrevistadas única y exclusivamente gente con cultura externa, aportando más información sobre cómo se vive el sexo fuera de España y, como no, de Europa. Eso no deja excluida a otra gente que quiera ser entrevistada, sino que gente nacida en otros países -o su origen familiar- tendrá preferencia.
Como hemos dicho hoy arrancamos con una mexicana que os dejará estupefactos. Esperamos que lo disfrutéis y comentéis, se ha hecho con mucho mimo, tacto y tiempo.
Hola Yury. Encantados. Preséntate un poco por favor.
Pues soy mexicana, tengo 30 años, vivo en el DF, soy licenciada en diseño gráfico.
Creo que l@s lector@s se van a aquedar impresionad@s conmigo y nada más me gustaría saber que se han excitado o tocado leyéndome.
Parece ser que eres una guerrera sexual. Pero vamos por partes. ¿Cómo es México a nivel sexual?
Es un país tradicional, mucha gente vive su sexualidad a escondidas como si fuera un pecado. Pero poco a poco la gente se informa más y se abre mas a nuevas experiencias y cada vez hay mas lugares donde se convive con gente de tus mismos intereses. Poco a poco se empieza a hablar del sexo abiertamente, pero muy poco, la mayoría de las familias sigue siendo muy tradicionalista y cerrada.
Por lo mismo el machismo esta muy arraigado aún. El sexo se concibe, en su mayoría, en que la mujer debe estar por el hombre. Y los hombres no tienen mucha imaginación, sexo normal en posturas típicas de misionero y ya.
No hay una “cultura sexual” en la que se enseñe a disfrutar y probar. Para que evolucione el país debe centrarse más en lo que necesita sexualmente, a disfrutar, y no seguir la corriente o hacer «lo que se debe hacer».
¿Qué os diferencian a las mexicanas del resto de las latinoamericanas? ¿Y de las españolas?
Pues desde mi punto de vista somos más fogosas, cachondas, que no hay que confundir con fáciles. Creo que nos va el sexo de una forma más salvaje que al resto de las latinoamericanas. Tengo la suerte de tener unas amigas muy abiertas y podemos hablar de todo, no tengo que esconderme para hablar de sexo. Cosa que me encanta.
De las españolas, pues la verdad no he conocido a muchas y las que he conocido solo ha sido por muy poco tiempo como para conocerlas a fondo. Pero se ve que son más desinhibidas y abiertas al sexo.
Ahora empecemos a ir al tema candente. ¿Qué haces sexualmente?
Mejor dicho, qué no hago, jajaja. Me gusta el sexo en casi todas sus formas y he experimentado casi de todo. He llegado a la conclusión de que vine a este mundo a dar placer y disfrutar la vida. Me he metido con gente de todo tipo y clases sociales familiares, vagos, drogadictos, basureros, empresarios, ejecutivos así como en múltiples lugares.
Antes todos mi novios eran guapos y con dinero, mi familia es de nivel económico medio alto, de hecho soy lo que aquí se llama una chica fresa o mamona, lo que creo que en su país se conoce como pija. No somos ricos pero nos podemos permitir algunos lujos y estoy acostumbrada a cierto nivel de vida, no le dirijo la palabra a cualquiera.
Pero descubrí que en sexo me daba un poco menos igual, sobretodo estos últimos años, he vivido desde los 15 años sin tabús sexuales.
He participado en orgías, gangbangs y bukkakes, casi de todo pero la sumisión ocupada un lugar especial.. Siempre me ha gustado el sexo duro y que me usen pero fue a los 22 cuando descubrí que existía eso de Amo y sumisa y comprendí lo que era.
En México hay muchos tabús en cuanto al sexo y hay que ir con cuidado lo que dices, o lo que haces, y con quién.
Nos dijiste que te sentías orgullosa de tu sexo oral. ¿Porqué?
Todos mis amantes dicen que soy buena haciéndolo y a mi me encanta hacerlo. Para hacerlo bien simplemente hay que disfrutarlo, hacerlo con gusto, pasión. No hay más truco que ese. Me gusta meterla en la boca y acariciarla con mi lengua mientras está dentro. Hay mucha gente que solo se la mete y se la saca como si estuviera follando la boca pero no le veo mucho chiste. Yo prefiero disfrutarla y saborearla mientras la tengo dentro.
¿Has tenido sexo lésbico?
Sí, he tenido sexo lésbico, soy bisexual. También he tenido, con mi ex, sexo lésbico y zoofílico a la vez. Nos conocimos en una fiesta y un día que fui a su casa y vi a sus perros me dijo lo que hacia con ellos y pues bueno fue algo que teníamos en común y que tardo o temprano iba a pasar.
¿Te han alquilado?
Sí, me han alquilado. Soy propiedad de mi Amo y hago lo que ordena. Han sido en muchas ocasiones, gente que él conocía o simplemente gente desconocida. Tanto con gente normal como prestada a otros Amos.
¿Y en cuanto a ser sumisa?
He sido sumisa desde siempre, desde que tengo memoria prácticamente. No de la misma forma como entendí años después de mi primera relación sexual con un dominante, pero sí. Yo era la clásica niña que le mostraba los calzones -bragas- a los niños en la primaria, recuerdo cuando tenía seis años todos los niños en círculo pidiéndome que se las enseñara una y otra vez.
Pero no fue hasta que cumplí los 22. Hasta entonces el sexo era clásico, algo pasiva y me dejaba hacer. Y esa vez creo que cumplí de golpe el deseo de muchos hombres y mujeres: ser sumisa de uno de mis profes de la universidad. Ahí fue cuando aprendí lo que era el BDSM, todo su entorno, y el termino real y profundo de la palabra sumisa. Sólo algunas de mis amigas saben que soy sumisa. Incluso hemos hecho tríos por orden de mi Amo, con la amiga que me lo presentó en la fiesta. El resto de mi vida sexual en mi familia es secreto, no quiero que se enteren de algunas cosas. Ellos siguen siendo tradicionales.
Como sumisa me han educado muy bien, me encanta ser humillada, degradada, exhibida y usada. Mientras más humillada me hagan sentir más lo disfruto. Me han entrenado para ser sumisa en todos los sentidos. Desde como atender a las personas, como comportarme, como caminar y vestir hasta preparar comida jeje.
Lo que más me gusta de ser sumisa es que me tengan controlada, esa sensación de no tener voluntad y eso me gusta. Pero en el fondo también se sabe que se tiene voluntad, es algo que aceptas y no es forzado.
Entendemos pues que actualmente tienes Amo. Háblanos un poco.
Pues nos conocimos hace casi dos años en una fiesta de una amiga mía. Me ofreció trabajo como asistente personal y desde un inicio me dijo que esto sería con la intención de ser su amante, con el paso de los meses fui encaminando la relación hasta que asumimos los roles de Amo – sumisa. Todo fue muy rápido, ahora hace casi un año que dejé el trabajo y me mantiene en un apartamento así como mis gastos y mis caprichos. Esto me hace sentir consentida, querida y apreciada. Significa que hago bien mis deberes con él. La única condición de todo ello es que siempre me encuentre disponible para lo que él quiera, o con otras personas. Me siento llena así que ya no me planteo buscar una relación formal, así estoy feliz.
En cuanto al sexo, siempre debo pedir autorización aunque de vez en cuando aprovecho la ausencia de mi Amo o cuando ando fuera sin él. Soy algo traviesa la verdad. Tengo la suerte además que no es un Amo muy restrictivo como la mayoría que puedes encontrar en México u otros lugares, comprende que mi familia es un aparte y no puede meterse, puede hacer conmigo lo que quiera siempre y cuando no interfiera con mi familia.
¿Hay otro gusto sexual en particular que tengas?
Pues sí. Seguramente a mucha gente no le va a gustar pero me da igual: me va la zoofilia. Todo comenzó a los 15 años, la culpa como siempre la tuvo Internet, encontré fotos de zoofilia por accidente. Me dio mucho morbo ver a mujeres folladas por perros; luego encontré un vídeo que aún tengo y que a pesar de no tener audio me volvió loca. Desde ese momento se convirtió en una fantasía sexual muy profunda hasta que pude atrever a probarlo a los 18 años.
Tengo un labrador desde hace siete años y han sido muchas veces las que nos hemos dado amor mutuamente. Solo algunas de mis amigas saben que lo practico.
Incluso He tenido la ocasión de ser chantajeada a cambio de sexo si no quería que gente cercana a mí se enterasen de mis gustos. Tanto estos como los de sumisión. El caso es que yo accedía no por ser chantajeada, sino por tener una nueva ocasión de sexo.
Este mundillo se considera oscuro y depravado. Mucho más que el BDSM. ¿Tú qué piensas?
Está muy criticado, creo que se debe a la “aberración” de follar con un animal pero se conoce desde hace muchísimo tiempo que en muchas culturas desde la antigüedad y gracias al Internet y a la apertura de la gente a experimentar nuevas cosas se está volviendo mucho más común de lo que la gente piensa.
Yo no puedo dejar de recomendarlo, es muy placentero y delicioso. De lo mejor que una mujer pueda experimentar en su vida. Lo recomiendo ampliamente. Aunque claro tampoco es para todos y es muy respetable.
¿Qué les diría a aquellos que consideran que es maltrato animal? Por lo de no poder decidir realmente si es bueno malo para ellos.
¿Eso se podría considerar maltrato animal?
Aunque sí es cierto que gente, en especial los hombres, que los hieren y fuerzan para obtener placer
-eso sí es maltrato animal- la gente normal que practicamos zoofilia hacemos todo lo contrario: los cuido, alimento, baño y consiento. Y además les doy placer y una manera de desahogarse y disfrutar la vida.
Maltrato animal es golpearlos, castigarlos, matarlos atropellarlos y demás. Yo no hago anda de eso. Todo lo contrario.
Comentas que te gusta ser humillada en público, ¿cómo te han llegado a usar en público?
Pues la verdad es que me han humillado de muchas formas. Me han usado en bares, en baños públicos, con desconocidos y me han obligado a tener sexo con vagabundos. Podría parecer que me sintiera ofendida, por lo del vagabundo, sino que sentí muy morboso y me encanto.
Para que os hagáis una idea mejor voy a exponer lo del bar, fue hace como 8 años con mi primer amo para ver qué tan dispuesta estaba a obedecerlo. Entramos en un bar al azar y ahí me puso a mamársela en la barra, levantó mi vestido y le dijo al camarero que ofrecía mi culo a quien quisiera. Estuve muy nerviosa al principio pero me deje llevar y los disfrute mucho. Ahí estuvieron varios cogiéndome, follándome como dicen en su país. No recuerdo cuántos fueron, pero sí que fue toda la noche. Al ser tan grande, la probabilidad de que te encuentres con alguien es casi ínfima, por eso no me importa hacer cosas en público.
Puedes saber más de ella en su perfil de relatos aquí.
Esperamos que os haya gustado.
No olvidéis comentar y compartir esta entrada en vuestras redes sociales. Es un minuto y ayuda inmensamente a la web.
No Comments