Relatos

Experiencia de Pago

Intentó hacerse a la idea de que hacía dos meses que el amor y el sexo lo habían abandonado, queriéndose sentir triste y desconsolado. Pero el anuncio del periódico lo alejó de aquel empeño. Reconoció el número de móvil, pero lo más llamativo fue el anuncio en sí.

Decía…

En líneas esbeltas de las perversas poses
encuentras la malévola ansia de mi culo anhelado.
Invitando al hombre y al falo
en destino y derramo.
En el dulce dolor del amor clandestino, ganas.
No perdiendo si me llamas.

Marta.

La mujer corrió hacia el portero que timbraba insistentemente, momento en que pudo contestar.

– ¡¿Sí, quién llama?!
– Soy Sergi te he llamado hace una hora.

El sonido de la puerta abriéndose no se hizo esperar y al minuto los cinco pisos sin ascensor habían sido conquistados, dejando sin aliento al cliente. La puerta se abrió sin necesidad de volver a insistir, quedando a la vista un recibidor vacío, cuyo espejo reflejaba a Marta oculta y sin bragas detrás de la puerta. 

Hay que pensar en lo inoportuno de los vecinos. Supuso el chico mientras fijaba la vista en el culazo de la mujer. Resulto ser de estatura media, rubia, de generosas curvas y con unos kilos de más. Las estrías del vientre y el pecho y la oscuridad de sus aureolas, delataban maternidad. 

-Buenas noches cariño. Que bueno que llamaste, hacia días que no me visitaba alguien tan joven. Entra al nidito. Susurró mientras se dirigían a la habitación.

La espartana habitación se iluminaba con una triste bombilla solitaria de bajo consumo. No había lámpara en el techo y las paredes clamaban por una mano de pintura.

– Bueno mi amor, ¿cómo te llamas?

– Me llamo Sergi y me ha encantado tu manera de llamar la atención, es muy original.

– ¿Te ha gustado el anuncio? En Argentina estudie filología hispánica, siempre me ha gustado escribir.

– Pues te sirve al menos para que esta noche la pase contigo, dime ¿cuánto me va a costar?

– Como eres simpático y eres muy guapo lo dejaremos en 200 euros.

Sergi dejó el dinero encima de la mesita convencido de que aquello iba a resultar de lo más rentable. No había terminado de soltar la pasta, cuando sintió unos labios húmedos acariciándole el cuello, al tiempo que dos manos femeninas desabrochaban sus pantalones. Estos se deslizaron por sus piernas al igual que sus calzoncillo.
Sintió que su compañera tenia mucha prisa en despacharlo, pero Sergi se conocía bien y sabia que aprovecharía hasta el último minuto de aquella cita. Él mismo se desprendió con prisas de la camisa, quedándose esta atascada en la cabeza. Marta aprovecho para jugar y mordisquear con los pezones del chico dando el resultado esperado. La piel se le erizo por todo el cuerpo y su pene se inflo como respuesta a las caricias de aquella exquisita zorra. Se deshizo de la maldita prenda y fue en busca de más, de mucho más..

La sentó en la cama y dirigió su falo a la boca sedienta de su amante de pago, ella respondió abriendo sus fauces para devorar aquel rabo. Cayo rendida en la cama con la boca llena de polla y el chico empezó a follarla frenéticamente alcanzando la entrada de la garganta. Cuando sintió que empezaba a quedarse sin aire saco su miembro de la boca, obligo a la mujer a cogerle el mango con la mano, con fuerza, mientras le pasaba los huevos por la cara, para finalmente meterse los en la boca.

– ¡Mójamelos bien! ¡chupa nena, chupa! Lame mis huevos y mete tu …

No hubo terminado de hablar cuando sintió que la puta se abría paso con el índice a trabes de los cachetes del culo y empezó a acariciarle el ano mientras le comía las bolas y le hacia una paja con la mano. Todo esto mientras ella estaba tumbada en un borde de la cama y el abusaba de su posición estando encima de ella.
Cuando el dedo furtivo intentaba hacerse sitio dentro del culo de su cliente, el macho sé separo de ella, arrebatando los huevos que se estaba comiendo, dejándola sin nada que lamer. La puso a cuatro patas y empezó a comer coño y empezó a lamer culo durante 10 eternos minutos…

Desde la retaguardia de su compañera, sintió la necesidad de empezar a jugar con aquel ojete que tan bien conocía. Se acerco a la oreja de su compañera para susurrar unas palabras.

– Es hora de hacer realidad los versos de tan bonito del anuncio, ¿te parece?.

– Antes probaremos el nuevo juguete que guardado en el cajón.

Sergi estiró el brazo derecho sin necesidad de moverse, abrió el cajón de la mesita y encontró dentro un oscuro dildo anal hinchable de 14 cm’s. Lo había visto antes por Internet pero nunca había cogido uno. Introdujo tres dedos en el coño de Marta casi sin darle tiempo a pensar que iba hacer con ese trasto y aquella puta complaciente. Pero se dejo llevar… saco los dedos del coño y empezó a esparcir jugos vaginales por aquel aparato y cuando quedo bien impregnado de ella, se lo hizo lamer, al mismo tiempo que repetía la operación. Esta vez fueron cuatro los dedos que entraron en la cueva de la chica. Cuando el dildo estuvo bien lubricado de zumo de coño y saliva de hembra, volvió a centrarse en aquel hambriento ano.

– Quieres que te rompa el culo con este polla hinchable, pues veras fuegos artificiales.

– Si, por favor . Respondió, al mismo tiempo que colocaba sus cachas bien en pompa para que su macho pudiera jugar bien con ella. Toda su motivación quedo centrada en un punto muy concreto de aquella anatomía femenina. Tenia aquel cohete en la mano y su destino se encontraba frente a él, en aquel cráter lunar, en aquel volcán invertido. Sujetó con firmeza aquel simulacro de falo y empezó a taladrar a la chica, hubo muy poca resistencia y en 5 segundos el culo se lo zampo del todo, exceptuando la pera que servia para inflar el instrumento y el tubo que los unía.

– Bueno preciosa, hasta aquí todo bien, ahora voy a empezar a darte caña.

El hombre inicio el inflado del juguete durante 4 segundos interminables, sentía como la chica se estremecía, gimiendo de dolor, de placer, hasta que supo que era mejor darle un descanso. Le dio tiempo para que disfrutara de aquella primera sensación, pero Sergi no iba a quedarse mirando mientras la puta empezaba la fiesta por su cuenta. Esta, había empezado a sumergirse en aquel placer anal mientras se acariciaba la almeja. Su macho no iba a permitir que bailara sola. Le aparto la mano de aquel humedal, lamió los dedos de la chica para probar su sabor y le invito a hacer lo mismo con uno de los suyos para guiarla directamente a su culo.
Vamos, continua, hazme lo de antes. En posición 69 empezaron a comer y a lamerse el uno al otro, devorando sexo mientras ella le follaba por detrás con el dedo y él rompía a la chica dando más volumen a esa polla que tenia metida. Pareciera que de un momento a otro fuera a explotar o a salir disparado de su interior, pero no, el dildo se mantuvo dentro de ella creando espacio inflacionario en su esfínter, haciéndola sentir llena y viciosa, mientras comía, lamia y follaba polla de macho.

La puta, sintió un orgasmo descomunal en su interior, no podía reconocer si aquella explosión se había consumado en su vagina o en su orto. Tal vez hubiera colapsado en todo su ser. El placer se apodero de ella de un modo que recordaría en mucho tiempo, solo necesitaba una última cosa antes de poder descansar. La leche caliente de aquel hombre.
Se puso nuevamente frente a la polla del chico y le pidió que desinflara lo suficiente el dildo como para que pudiera moverlo en su interior . Así lo hizo. Sergi metía y sacaba el monstruo negro de su culo, mientras, ella empezó a adorar aquella polla con la boca, con su lengua. En lo único que pensaba era en sentir aquel trozo de carne eyaculando dentro de ella y probar aquella corrida, aquel sabor a sexo de macho encabritado.

– ¡Voy a correrme!¡en tu boca, en tu cara! ¡Quiero marcarte con mi leche!

El liquido lo invadió todo, dejo que se le derramara por la comisura de los labios, cuyo destino fue sus providentes pechos.. Se trago la leche que pudo y delante de aquel hombre , sin apartar la mirada, empezó a lamerse las tetas, relamiendo hasta la última gota de aquel néctar de macho bien follado.
Aquella noche estuvieron jodiendo hasta las tres de la mañana y a las cuatro Sergi volvió a quedarse solo paseando por las calles de aquella ciudad. Cuando volvió a casa después de un largo paseo, se encontró a Marta durmiendo en la cama y una nota en la mesita.

Amor mío has estado maravilloso, la semana que viene jugaremos a lo mismo, pero tu
serás mi puta y yo el cliente . Que descanses y procura no despertarme, estaré soñando
contigo.
Te quiero con locura, Marta.

Esto es todo por hoy.
Esperamos que os haya gustado. 
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