Hablamos de Shibari un artículo anterior, en éste artículo haremos referencia a la seguridad para practicarlo. Hay que tener en cuenta que una realización incorrecta de las ataduras, sobre todo las que involucran la suspensión corporal total o parcial puede provocar lesiones de diversa gravedad en el cuerpo de la persona; especialmente en nervios, tejidos, músculos o articulaciones. Es por ello que, siempre se imponen las siguientes precauciones o recomendaciones:
- El roce de la cuerda sobre la piel puede provocar abrasiones, esto si el movimiento llega a ser demasiado rápido o brusco. Es decir, la cuerda pudiera quemar la piel y dejar marcas en ella.
- Se hace imprescindible tener siempre a la mano las tijeras, preferiblemente aquellas de punta curva, pues permitirán cortar rápidamente las cuerdas en caso de emergencia.
- Resulta necesario establecer comunicación con la persona atada, lo cual permite detectar situaciones de peligro. Un claro ejemplo de ello pueden ser desmayos, sofocación, dolor intenso e insoportable. Sin embargo, son muchas las escuelas de bondage japonesas que favorecen la comunicación no verbal.
- Muy importante es comprobar el estado de las extremidades atadas de la persona, es decir mantener una constante observación de piernas y brazos. Recordemos que, en estas zonas del cuerpo es donde, por lo general, hay más percances y se provocan las lesiones.
- Se deben tomar precauciones especiales con modelos y personas sin experiencia, es necesario conocer el estado de salud de la persona antes de someterla al Shibari. Saber sobre la presión sanguínea, problemas cardiorrespiratorios o de circulación es lo mínimo necesario.
Esto es todo por hoy.
Esperamos que os haya gustado.
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