Seguimos con esta semana de la atracción del BDSM y la adolescencia, cada vez más común y menos veraz de lo que creen que es.
¿Qué hago? ¿Estoy enfermo/a?
No, no lo estás, pese a la información que puede llegarte desde fuera. El deseo de sentirse humillada, sometida y azotada en un contexto sexual no es una enfermedad ni una desviación. Es una opción sexual más, todo dependerá de lo que tú pienses al respecto y de lo que desees.
Estudios científicos han demostrado que los practicantes del BDSM saben sobrellevar mejor los conflictos emocionales y personales, así como una salud mental mucho mejor, más extrovertidos, más conscientes y consecuentes que los practicantes del sexo «tradicional». Todo es debido a la complejidad de una relación BDSM
Como ya expusimos, el BDSM no es lo mismo que el sadomasoquismo y abarca un sinfín de matices y aspectos inimaginables. Es un poco absurdo que te intentemos explicar con pelos y señales sobre qué es el BDSM y cómo se manifiesta, ya que en cada persona se produce de forma única y excepcional. El BDSM es mucho más común de lo que la gente se atreve a admitir.
¿Sumisión o maltrato?
Esta pregunta por muy fuerte que te parezca tiene una sencilla respuesta: las sumisas aceptan y pactan su sumisión. Todo lo que no haya sido aceptado no puede hacerse. Por lo que si estás siendo controlado/a y/o obligado/a por tu pareja a ciertas cosas y tú no las has aceptado o pactado estás siendo maltratado/a o forzado/a.
¿Obedecer en todo?
Partiendo de la anterior premisa, contestaremos que no hay que obedecer a todo. Una sumisa, o esclava (dependiendo de lo que te guste) no debe obedecer a todo. Antes de empezar cualquier tipo de relación con tu compañero/a de juegos (Amo/a) hay que pactar todo lo que se podrá hacer y lo que no. Cuando dicha relación haya superado el periodo de prueba que ambos estipuléis, todo se recoge en un contrato. Este contrato no es vinculante (legal), es más bien una prueba de que ambos aceptáis a practicar la dominación-sumisión dentro de unas pautas. Podéis ver un ejemplo de contrato aquí.
¿Cómo encuentro Amo/a?
No intentes buscar a alguien como tu Amo/a hasta que no crees que estás preparado/a en adentrarte a este mundillo. Como seguramente te intentarás acercar a alguien mediante el chat, ahí van algunos consejos.
1.- Aunque tengas webcam, no te muestres.
2.- No des tu móvil, ni mandes fotos mientras seas menor.
3.- Cualquier Amo/a que se dirija a ti como «perra, puta, cerdo…» como inicio de conversación, está ahí para pajearse y no es un/a Amo/a. Aléjate de esa persona. Esos apodos SOLO deben ser dichos por tu Amo/a cuando AMBOS los pactéis, no antes.
4.- Los/as Amos/as que debes aceptar-encontrar son educados/as y no están para perder el tiempo con estupideces, por lo que ten presente qué quieres encontrar y qué ofreces (tipo de sumisión) antes de iniciar una conversación.
Esto es todo por hoy.
Esperamos que os haya gustado.
No olvidéis comentar y compartir esta entrada en vuestras redes sociales. Es un minuto y ayuda inmensamente a la web.
No Comments