Necesito hablar…
Hay una gran cantidad de chats en los que participar, pero claro, todos para mayores de 18 años. No te recomendaremos que cambies la edad, sino más bien tener a una persona de gran confianza con la que poder charlar de estas cosas y que no acaree problemas. Yo te recomiendo que sea alguien del sexo que no te excite, para no poderlo vincular o que estés segura que esa persona no intentará chantajearte con contarlo a cambio de sexo. No es muy habitual que pase, pero debemos alertarte de ello.
Esa persona no deberá estar enterada al 100% de lo que haces, cuándo lo haces y cómo lo haces, eso son intimidades tuyas, pero sí que debe ser alguien con quien refugiarte y a la vez informarle de que has quedado con alguien del mundo BDSM (da detalles de edad, nombre, dónde habéis quedado…) por seguridad. Hay mucho salido aprovechado en Internet.
No te recomendaremos, y cualquiera que lo haga apártate de esa persona, que empieces a practicar con tu cuerpo o conocer a gente sin saber bien dónde te metes. Esto va mucho más allá de 50 Sombras de Grey (recomendamos el libro para entender la imposición de límites, pero nada más, por el resto no sirve de nada) y el tema de la seguridad es mucho más importante y mucho más fácil transgredir. Por lo que, antes de cometer ninguna locura, deberías hacer lo siguiente:
1.- Informarte
Es muy importante conocer qué estándar de cordura debe tener la persona con la que compartirás tus momentos, por lo que también debes informarte de las prácticas que pueden haber, los niveles, los límites, los contratos… todo aquello que te suponga un ayuda para evitar que abusen de ti o te obliguen a realizar prácticas que no aceptas. Puede parecer un muermo, pero esto es como el sexo «normal», es bastante peligroso empezar a hacer sexo anal si no sabes cómo.
Ante cualquier duda, problema, consulta o si quieres contactar con nosotros para algo específico, no dudes en usar el formulario de contacto o deja un comentario.
2.- Aclárate
No todo es dolor, no todo son prácticas extremas y no todos queremos lo mismo. Es mejor que sepas cuanto antes qué tipo de prácticas te atraen antes. No te recomendamos entrar a un chat o un foro para informarte, debido a que puede que haya mucha gente que quiera aprovecharse de ti debido a tu corta edad; por lo que lo más recomendable es conseguir libros de este tipo en tiendas o bibliotecas, digitales o no.
¿Porqué es tan importante saberlo? Bueno, de la misma forma que no nos fijaremos en una persona del mismo sexo cuando somos heterosexuales, tampoco querrás tener contacto con alguien que no tenga prácticas comunes afines, así como los niveles de las mismas. Un sádico y una vainilla no pegan para nada, ¿verdad?
Esto me atrae: ¿soy un bicho raro?
En esta pregunta debo divertirme y reírme un poco. De mí misma inclusive, yo también me formulé la pregunta. Leyendo, observando te das cuenta que si nos planteáramos bien eso en todos los aspectos del sexo y lo comparásemos con el resto de especies animales, solo podríamos hacer sexo vaginal a cuatro patas y sexo anal. Nada de masturbaciones, sexo oral o posturas variopintas. Millones de personas en el mundo han atado alguna vez a su pareja a la cama, le han dado cachetes eróticos de forma puntual y luego han dicho que han disfrutado. Pero cuando se les ha preguntado si harían sado (por desconocimiento de la palabra BDSM) se han quedado blancos/as.
Pero a ver… no se han convertido en bichos raros. Disfrutaron la sexualidad. Conjuntamente y sin riesgo. Pues en el BDSM es todo eso pero tantas veces como queramos sin sentirnos mal.
Esto es todo por hoy.
Esperamos que os haya gustado.
No olvidéis comentar y compartir esta entrada en vuestras redes sociales. Es un minuto y ayuda inmensamente a la web.
No Comments