Era un día tranquilo y como otro cualquiera. Sandra, una mujer de apenas 22 años, pelirroja, de ojos verdes, esbelta y se prepara como cada mañana para ir a su trabajo…
Era un día tranquilo y como otro cualquiera. Sandra, una mujer de apenas 22 años, pelirroja, de ojos verdes, esbelta y se prepara como cada mañana para ir a su trabajo…